Las rutas del contrabando en el Sur peruano

La ciudad de Juliaca considerada de mayor movimiento comercial en la región Puno, se ha convertido en los últimos años como un centro de acopio y distribución de contrabando en la macroregión sur, según la Policía Nacional.

Para el jefe de la X Dirtepol, general Herbert Rosas Bejarano, la mayor incautación que realizan junto al personal de Aduanas, la hacen bajo la modalidad ‘hormiga’, denominada así porque la mercadería ingresa poco a poco a la región en buses de pasajeros o haciendo transbordo.

Según el jefe policial, en lo que va del año se incautó mercadería de contrabando valorizada en 8 millones 218 mil 728 nuevos soles, luego de los diversos operativos realizados en diversas carreteras de la región.

Sostiene que esta cifra supera largamente a lo decomisado durante el año 2010, donde solo se incautó mercadería por unos 6 millones de soles.

Las rutas

El ingreso de productos de contrabando a la región Puno se realiza por dos zonas: por el norte a través de los puntos fronterizos de Ninantaya y Tilali, y por el sur por las localidades de Desaguadero y Kasani.

De Tilali y Ninantaya, ubicadas en la provincia de Moho, situada en la frontera con Bolivia, parte un convoy de camiones con mercadería de contrabando, que forman ‘la culebra del norte’, cuyo recorrido es de casi dos horas, pasando por las provincias de Huancané y luego a la ciudad de Juliaca. Una vez cumplido este tramo, el contrabando pasa a los departamentos de Cusco, Arequipa, Moquegua y Tacna.

‘La culebra del sur’ parte de la ciudad de Desaguadero, provincia de Chucuito, y Kazani en Yunguyo.

El ingreso de productos de contrabando en Desaguadero se hace a través de botes, triciclos y algunas carretillas, para luego reunirlas y posteriormente, transportarlas por rutas alternas -trochas- seguidas por los contrabandistas.

Los colaboradores

Si bien, la policía y Aduanas realizan los operativos en la vía Moho-Juliaca para contrarrestar el contrabando, el general Rosas Bejarano aseguró que enfrentarse a ellos podría generar un costo social.

"Cuando incautamos vehículos, la gente de las localidades rescata la unidad que contiene contrabando", sostiene.

Entre los defensores de los contrabandos están las llamadas ‘liebres’, que son camionetas rurales tipo combi o las de último modelo, los cuales resguardan al convoy de vehículos que transportan unas 15 toneladas de la mercancía ilegal, las mismas que informan sobre el actuar y la posición de la policía.

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