La computadora más barata, ¿en galerías o grandes tiendas?

Por enésima vez la computadora se colgó sin ninguna razón de peso aparente: lo único que había hecho era dar clic con el mouse para pegar una foto en un documento. En ese momento decidió que no podía seguir intentando avanzar su trabajo en casa. La solución era repotenciar la máquina o comprar una nueva.

Siguiendo el mandato popular, y las recomendaciones de sus sabiondos amigos, nuestro personaje se dirigió al sótano de una de las galerías que se ubican en el Centro de Lima para pedir que le amplíen la memoria y le den más potencia a su vieja PC (procesador del modelo Pentium 4 con menos de 1 GB de memoria RAM). El técnico le dijo que necesitaba una renovación completa del cerebro de la computadora, lo que implicaba comprar una nueva placa, un procesador y una memoria. La gracia costaba US$350 (aproximadamente). Decidido a no seguir sufriendo, hizo el cambio solicitado. Al día siguiente, cuando recogió su máquina, se animó a preguntar en el segundo piso de la misma galería cuánto costaba una PC nueva, armada con una configuración básica que diera un rendimiento adecuado, y le dijeron que lo mínimo que podía gastar era US$325. Claro, si quería mayor capacidad para ver videos, podía costarle US$631. Varias semanas después, cuando estaba comprando una nueva casaca, vio que una PC de la marca Olidata costaba S/.999 (US$356) en un supermercado y que una mininotebook, también conocida como netbook, tenía el mismo precio, pero contaba con la garantía de haber sido hecha con componentes originales.

¿BUENO Y BARATO?
Lo barato sale caro, reza el refrán, y en el mundo de las computadoras se cumple a cabalidad, según los expertos en sistemas. Juan Vicente, gerente general de Infordata, considera que las diferencias de precio entre un producto básico ensamblado a pedido en una galería o la computadora que se vende en una tienda por departamentos no superan el 8%. “No se ahorra tanto, como cuando se deja el ‘retail’ y se opta por comprar ropa en una galería”, sustenta.

En el mercado local, según Juan Vicente, subsisten tres canales de venta que tienen repartidos en formas casi equivalentes la torta total del mercado: las galerías, el ‘retail’ y las tiendas especializadas. El comprador local está –dice– acostumbrado a la galería, pero en los últimos años vemos que está modificando sus hábitos y comprando más en el ‘retail’, porque allí encuentra productos originales por el mismo precio.

¿Por qué la gente cree que le sale más barato comprar en las galerías? Tal como vienen repitiendo los representantes de la BSA (Business Software Alliance), la gran diferencia está en el software, que según Juan Vicente, es como el afinamiento de la guitarra. Las licencias originales de Windows 7, el sistema operativo más usado, cuestan entre US$200 y US$300. En las tiendas informales no lo incluyen en el precio de venta, por eso el cliente ‘siente’ que ahorra cuando lo compara con las marcas locales e internacionales de PC que ya incluyen ese costo en su precio final.

El verdadero ahorro en una galería se consigue, según explica Marco Carranza, ingeniero de software, si se tienen los conocimientos para saber comprar los elementos que permiten armar un equipo de alta potencia a bajo precio y se usa software libre (programas que no cobran por la licencia) como Ubuntu, en lugar de copias ilegales de Windows. “Con US$400 se puede comprar un buen equipo de segunda con doble procesador y capacidad de expansión de hasta 16 GB de RAM”, comenta. Y lo ratifica Juan Vicente: “Un cliente que sabe lo que quiere puede lograr muy buenas configuraciones”.

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